En la actualidad,
la transformación económica ha dejado poco margen para el florecimiento de la
creatividad artesanal. No obstante, destacan las labores de cestería (canastas,
cunas, morrales) hechas con fibras de ixtle, palma, mimbre y vara.Textiles de
lana (ceñidores, morrales, quechquemitl) tejidos en telar de cintura; cobijas,
jorongos, tapetes y colchas tejidos en telar de pie. En la región se engastan
ricas joyas en oro y plata. También se fabrican muebles de madera. Del trabajo
de talabartería, actividad típica realizada por generaciones, se elaboran
chamarras de excelente calidad. Con el tallado de cantera rosa, especialidad de
los artesanos del estado, se fabrican fuentes, columnas, balconerías,
macetones, entre otros. El tallado de piedras es de fama internacional:
topacios, ópalos, amatistas, ojos de tigre, lapislázuli, ágatas, turquesas.
Igualmente resalta la confección de alhajas montadas en oro y plata.
Destacan los
bordados en punto de cruz y las muñequitas de trapo, de vistosos colores que
hacen las mujeres Otomíes, además de otros más finos como fin la madera,
encajes. La juguetería infantil (caballitos, muertitos de todos santos,
carretoncitos, así como máscaras y mojigangas para algunos desfiles y fiestas
tradicionales) tiene especial relevancia, ya que se emplean para tal el cartón
y la pintura para elaborarlos.
Destacan los
talleres de orfebrería y platería en los que se combina el trabajo fino en
metales finos, piedras preciosas y semipreciosas, con el ópalo queretano y
objetos de ornato con otras piedras no preciosas. El tallado de madera, la
alfarería y la cerámica de ornato, la mantelería bordada y tejida, los vitrales
y otras artesanías, son parte de las actividades formativas en algunas Casas de
Cultura del Municipio y en el Instituto de Artes y Oficios. Todo ello se
muestra y oferta en tiendas del Centro Histórico.
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